IV Convivencia de hermandades marianistas de la provincia

En la jornada de ayer sábado tuvo lugar las cuarta Convivncia de Hermandades Marianistas de la provincia de Cadiz. En esta ocasión la encargada de su organización fue la hermandad de la Veracruz de Jerez.

La jornada comenzó bien temprano con la visita al monasterio de la Cartuja de Santa María de la Defensión. Tras el recibimiento por parte de la Junta de gobierno de la hermandad organizadora, pudimos asistir a una agradable eucaristía celebrada por el sacerdote Marianista José Antonio Barbudo, director espiritual de la Santa Veracruz, en la capilla de los Caminantes del monasterio.

Una vez finalizada la misa, nos dispusimos a entrar en la iglesia de Nuestra Señora de la Defensión para dedicar un momento de oración y adoración al Santísimo, custodiado en todo momento por las hermanas de Belén.
El momento previo a la entrada sirvió para que los asistentes pudiéramos disfrutar de la maravillosa portadas de la iglesia y realizar diversas fotografías del monumento, de las que adjuntamos algunos ejemplos.

La realidad es que el momento de oración rodeado del silencio y la belleza artística del lugar hizo de este breve rato de oración uno de los momentos cumbres de la jornada.

Tras el encuentro con las hermanas de Belén y con su museo y tienda de artesanía, con objetos y obras de gran belleza por cierto, nos trasladamos todas a conocer y realizar una visita turística a las bodegas González Byass.

Una vez finalizada la visita a las bodegas y después de una degustación de algunos de los vinos de Jerez más conocidos, nos desplazamos hasta el restaurante San Juan, anexo a la sede canónica de la hermandad jerezana, donde disfrutamos de una magnífica comida y un estupendo rato de convivencia entre los asistentes de las tres corporaciones.

José Antonio Barbudo cerró la jornada con una breve reflexión sobre lo que significa ser marianistas a nuestras hermandades, que culminó con un bonito recuerdo con el que nos agasajó el Hermano Mayor de la Santa Veracruz.

Todo ello en el interior del templo de San Juan de los Caballeros, bajo la presencia del imponente Cristo de la Esperanza y la bella dolorosa de las Lágrimas.
El próximo año será nuestra hermandad la que organice este, ya tradicional, evento.