domingo, 8 de abril de 2012

Alfa y Omega


Hoy es Domingo de Resurrección, la pascua que celebramos los cristianos de todo el mundo. En nuestra hermandad estamos algo resacosos. Fueron tantos y tan grandes los momentos vividos en el día de ayer, el Sábado Santo más especial en nuestros más de 50 años de vida, que hoy estamos un poco nostálgicos de que todo haya acabado ya.
No es así, no ha acabado todo, por el contrario es el comienzo. Celebrando el pilar básico de nuestra fe, que es la Resurrección debemos quedarnos con esa  lectura. Lo que hemos vivido nos debe servir para valorar una nueva vida, las sensaciones tan estupendas que hemos experimentado nos tendrían que hacer más hermandad aun, más hermanos los unos de los otros. Que no se quede en los buenos ratitos disfrutados en estos últimos 5 días.
Dicho esto, la jornada de ayer fue histórica. De tontos sería pensar que nuestro Cristo es el más valioso, que nuestro paso es el mejor o que nuestro paso es el más espectacular. Pero si quedó claro que no desmerecemos en un cortejo como el de ayer y muy poquitos fueron tan elegantes y derrocharon tan buen gusto como nosotros. Y no lo digo yo, lo dicen muchas bocas que vinieron de fuera en el día de ayer y veían por vez primera nuestra semana santa sin la contaminación de las sesgadas opiniones locales.
Así que, tras un Martes Santo ejemplar, un Sábado Santo para sentirse muy orgulloso de ser del Caído, todo un privilegio.



1 comentario:

  1. Para el recuerdo, imborrable de nuestras memorias y anticipo de la Resurrección del Señor. Me alegro por el mundo cofrade de Cadiz que ha sabido estar a la altura, no solo el consejo local sino de todas las cofradías, tanto las que hemos participado como las que no, nos podemos sentir orgullosos. Espero que la ciudad nos agradezca al mundo cofrade, a este pequeño y a la vez aislado mundo, de una vez el bien que hacemos por nuestra ciudad sea creyente o no.

    Cadiz ha lucido como nunca, enhorabuena a todos los cofrades de verdad y no solo los de cuaresma, que hemos trabajado duramente para este evento extraordinario.


    Y en lo particular gracias a todos mis hermanos, sin distinción, que ha contribuido para ello, cargadores, acolitas y penitente. Que bonito se ha visto a la hermandad a lo largo de todo el día. Insisto "que orgullo ser de ti"

    Pedro Pablo Reynoso Ramos

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