La misa de hermandad del pasado viernes, hoy ya hace una semana, es de las que te hacen sentir satisfecho y orgulloso de tu cofradía.
En esta ocasión su preparación corría a cargo de la cuadrilla de hermanos cargadores de María Santísima de los Desamparados y lo hicieron con el mismo buen gusto con el que trabajan para portar a Nuestra Señora.
La eucaristía fue concelebrada por los tres sacerdotes Marianistas más ligados a Nuestra Corporación.
Aparte de nuestro director espiritual, que nos regaló una densa homilía sobre las fiestas que suceden a la Semana Santa, le acompañaban Nacho Sánchez Galán y Rafael Iglesias.
La asistencia fue notable y la presencia del mini coro de hermanas, que le pusieron ganas, valentía y corazón realza aun más esta cada vez menos íntima celebración.
Todas estas circunstancias, sumadas al rato de convivencia que se celebró posteriormente en el patio servirían por si solas para que la jornada del pasado viernes fuera especial.
Pero lo que realmente quedará en nuestro pensamiento por mucho tiempo es que en esa misa de hermandad le dimos al padre Rafael Iglesias, a Rafa, un pequeño reconocimiento ante su próxima marcha a Madrid a cumplir misiones pastorales que se le encomiendan.
Todos los allí reunidos queríamos decirle "hasta pronto, Rafa, te echaremos de menos".