...Domingo in albis, así llama la Iglesia a este día que cierra la octava de Resurrección. Ocho días para contener un misterio que no cabe en 24 horas, porque nos desborda, porque va más allá de nuestra saber, querer y entender.Cristo, aquel hombre sin rostro humano, Caído por nosotros, al que hemos contemplado haciéndose presente en el bendito suelo de Cádiz, para sentir más cerca la pasión de nuestros paísanos, VIVE, HA RESUCITADO.
Él mismo nos ha dicho hoy en un nuevo fulgor que nace de la entraña misma del evangelio, esta palabra llamada a resonar en lo hondo de nuestro corazón, en esa preciosa vida de nuestra hermandad hecha a lo largo del año por tanta gente buena y sencilla como sois vosotros, mis hermanos: PAZ A VOSOTROS.
A los que llevamos prendido dentro el gusanillo cofrade, esta manera nuestra de ser cristiano, tampoco nos basta una semana para acoger, asumir y disfrutar de la hondura del amor que Dios nos ha tenido en la persona de su hijo Jesús, dando la vida por nosotros. La Magna ha sido una prorroga maravillosa, concedida para contemplar todo entero el misterio de Jesús y sumergirnos en él, acompañándolo de nuevo desde las claras del día hasta un atardecer único que quedará para siempre en nuestro corazón de recogida por Mina, Antonio López e Isabel la Católica a los sones de nuestros amigos del La Oliva.
En estos cincuenta días de Pascua que ya estamos gastando, seguiremos buscándote Jesús, para que la alegría que nace de tu Resurrección no nos deje en todo el año. En la intimidad de san Francisco, solos o acompañados, nos seguiremos acercando a tu peña y pondremos nuestra mano sobre la tuya. Sentiremos tu presencia viva y saldremos a la calle, para contar que tu, el Señor Caido, has sido levantado por el Padre, estás vivo, has resucitado, y esa es la fuente de nuestra paz y de nuestra alegría.
¡Feliz Pascua, mis entrañables hermanos!
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